Estoy de acuerdo contigo...

Estoy de acuerdo contigo. La educación que se da en las escuelas es errónea. Pretende hacer de todo alumno inscrito una especie de robot sin individualidad, implanta ideologías convenientes para beneficio de… para quien sea.

La sugerencia que haces de un sistema educativo donde el individuo pueda enfocarse solamente en aquello que le interesa o en lo que tiene talento parece ser una solución. No es una novedad, eso sí. Hace años mantuve correspondencia con una muchacha de mi edad que estudiaba en una “escuela progresista” (me parece que así se llaman). Ella me decía que en su escuela entrabas a clases que querías, cuando querías, y a la hora que querías y sólo si querías. Por ejemplo, hoy me da pereza y me dedico a escuchar música todo el día en la biblioteca de la escuela. O si no, hoy quiero aprender cómo funciona el aparato ventilador, en este caso había que dirigirse a tal o cual persona para que se encontrara a quien lo explicara. Si te interesaba aprender matemáticas, pues debías solicitar clases de matemáticas. ¿Qué bien, no?

Pero, a ver, ¿estamos preparados para ésto en nuestros respectivos países? La verdad si les dieran a escoger la mayoría de los jóvenes que conozco se saltarían las clases de matemáticas, geografía, español… vamos, sólo quedaría el receso o recreo, tal vez deportes para algunos ¿a poco no?

Para que este sistema educativo “progresista” funcione necesita haber individuos que “programen” en cierta medida su futuro. Y que alguien me diga ¿cuántos jóvenes están pensando en su futuro? Bueno, la mayoría sabe que quiere ser el dueño de la compañía, pero, ¿qué se necesita para eso? Bueno, hay que aprender economía, por ejemplo, y contabilidad, y algo de administración, ¿qué se yo? ¿Matemáticas? Nah, para nada… ¿geografía? Nah, para nada… Oh, esperen, sí se necesita todo esto y tantas cosas más como el inglés… y el español. Sí, amigo lector de este blog, tú también, tanto como yo, hay que saber español para escribir y que al leer otros comprendan lo mismo que quisiste decir al escribir. A mí me vendrían bien hasta unas clasecitas de redacción, también. Y a eso me refiero. Uno nunca sabe con absoluta certeza lo que va a ocupar en su vida. Yo, siendo matemático necesito saber redactar… ¡con urgencia!

A la juventud le falta atención, educación, orientación pero no de la que se da en la escuela. La individualidad se la forma uno mismo, no la escuela. Algunas escuelas las fomentan, pero en general se quitan el problema y mejor a todos lo mismo, producción en masa, sale más barato, ¿me explico? Entonces, ¿qué les falta a los niños y jóvenes? Pensar. Las ganas de ver más allá de lo que se tiene enfrente. El razonamiento de: “Tú me dices algo y yo te escucho, pero, eso que me dices es tal cual lo dices tú. ¿Porqué creerte que hoy es el día del taco?” Es necesario que los jóvenes dejen de estar sentados “recibiendo” la sabiduría (que en realidad no reciben ni la absorben ni nada porque termina olvidada) hay que ser reflexivos. ¿De dónde sale la idea del día del taco? ¿A quién beneficia esto? ¿Es realmente importante?

Bueno, y ¿cómo lograr que un joven reflexione? Si preguntamos a quien reflexiona habrá quien diga que nadie le enseñó y que simplemente ya lo traía consigo. Otros dirán que lo adquirieron sobre la marcha. En mi parecer todo se aprende indirectamente. Yo he visto niños de 3 años que no saben hablar. Y no son tontos. Solo que están desatendidos. He visto a niños sin cariño a los que, por supuesto, tampoco parece importarles nada. Algunos adultos de gran experiencia con niños (porque tienen hijos) me han dicho que no tiene caso decirle al niño que saque la mano del toma corriente porque el niño ¡¡¡¡no lo entiende!!!! Y en estos casos, donde los niños son catalogados por idiotas de nacimiento, incapaces de entender, hiperactivos (está de moda el término), lo que se hace es tapar todos los toma corrientes, alejar del niño todos los objetos de la habitación, porque el niño (con 10 años) no entiende las palabras “cuidado que se quiebra” o “cuidado que te quemas”, por eso no se las dice nadie…

Si a un niño pequeño le hablan, el niño aprenderá a hablar. Si le explicas, aprenderá a escuchar. Si le describes, describirá. Si le enseñas a reflexionar… Si le dices de lo que es capaz, lo creerá. Por eso hay que serles sinceros a los niños. No son juguetes, no son muñequitos (por más lindos que estén J ), son seres vivos, y pensantes, su mente evoluciona con su edad y responde a los estímulos que recibe. Los niños no son autosuficientes aún, pero hay que darles las bases para que lo sean, y que sean reflexivos. Bueno, esta es mi opinión al respecto.

Pero volviendo al tema…
Y claro, ¿de qué me van a servir a mí las raíces cuadradas?
De nada si no las sabes, y de nada si no las usas. Así, jamás las necesitarás.
Mucho tiempo antes de la invención de la operación “raíz cuadrada” ya había vida en el planeta y ni quien sufriera. La razón del nacimiento de esta operación fue la necesidad. A lo mejor un carpintero la necesitó, o un “maistro diobras” (o sea: un albañil. Nota: la escritura errónea fue intencional.) de la antigüedad, tal vez el arquitecto, que ya estaba cansado de tanto medir y medir, y que la pieza que faltaba para completar la gran pirámide de Giza nomás no lograra encajar perfectamente en su sitio. Hacía falta exactitud. Y sí, te entiendo, tú no eres carpintero, no eres albañil, pero quizás algún día estés en la situación para usarlas pero no lo sabrás porque… no te las sabes y no quieres ni creer que tengan un uso.

Como maestra de matemáticas me topo mucho con esta “pared” que ponen mis alumnos. Y aunque coincido con ellos en que probablemente no utilicen todo lo que les explico, la verdad es que no saben lo que harán en el futuro. A algunos les servirá y a otros no. Este semestre se me ocurrió la idea de comparar la materia que estoy dando (Álgebra Lineal), que es en realidad un revoltijo entre álgebra lineal, superior y… en fin, el caso es que comparé el curso con una caja de herramientas. Como yo no soy ingeniera, con la pena (porque me da pena no saber) les digo que desconozco la aplicación exacta que harán de estas álgebras. Es decir, no puedo decirle: Juan, tú vas a necesitar aprender muy bien las integrales trigonométricas porque vas a trabajar en la planta minera y un día tu jefe te pedirá que resuelvas el problema del sobrecalentamiento del horno, esto lo solucionarás planteando las variables calor, material del horno, material a fundir, impurezas en la materia prima, etc. usando una bla bla blá y la solución la encontrarás bla bla blá… no puedo ver el futuro de cada uno, ni ellos tampoco. Pero les digo que yo les daré a conocer cada instrumento de la caja de herramientas. Tomaré el martillo, y les diré qué se hace con él, los haré practicar con él. Luego, veremos la sierra (o serrucho) y haremos otro tanto. Luego, la llave de tuercas y el desarmador, etc. Pero eso sí, les digo, yo no les enseñaré a construir mesas, casas, a diseñar hornos de fundición, a hacer lo que harán como ingenieros, resolver problemas (no como los de x + y = 5, porque en la vida del ingeniero hay que plantear primero para llegar a la ecuación y… ay, perdón). Yo les daré las herramientas que harán que, llegado el momento, ellos sean capaces de resolver el problema más fácilmente. Así, si tienen que hacer una mesa, sabrán qué herramientas usar. Aunque puedan usar una piedra en vez del martillo saben que usarlo tiene sus ventajas. Si tienen que hacer un agujero en el suelo, sabrán que herramienta usar, como una opción además de las manos. Y si no las saben usar las herramientas, pues, tal vez algo se les ocurra para resolverlo por algún otro método que habrán de descubrir aún o por los clásicos mencionados que los sacarán del lío. Que las computadoras y el programa ahora lo resuelven todo, me dicen. Sí, les respondo, pero algo puede pasar (como que la planta se quede sin energía, se quemen las pc, o le entre un virus a la pc) y ¿qué harás? Las estadísticas de fin de mes no van a esperar a que el problema se resuelva solo, ¿quién lo hará? El “inge”, y ¿cómo lo hará? Es problema suyo, les dirá su jefe. A veces, saber matemáticas sólo les sirve para distinguir cuando se ha equivocado uno al introducir los datos en el ordenador.

Pero claro, uno de mis ingenieros egresados puede decidir no ser ingeniero y trabajar como administrador en la planta y nunca más tendrá que ver con integrales ni nada remotamente cercano a eso. Pero no se puede saber.

Vuelven mis recuerdos a aquella amiga de USA. Espantada como estaba por el sistema tan relajado que se manejaba en su escuela, le pregunté ¿cómo le hacían los chicos que decidían estudiar una carrera universitaria? ¿o acaso ninguno de los egresados de esa escuela asistía a la universidad? La respuesta es simple, seguro se la imaginan. El alumno que decidía ingresar a una universidad debía solicitar materias que le permitieran estar preparado para ello. Esto necesita planeación. Algo que… al menos yo, no tuve. Yo sabía que quería ir a la universidad, así que lo que hice fue sobrevivir y “pasar” por lo que había que pasar en la preparatoria, porque después de la prepa viene la universidad. Y antes de la prepa, fui a la secundaria, y ya antes había asistido a la primaria. Pero nunca pensé que me daría pena no entender bien los sucesos históricos que determinaron la situación actual del país, algunos sucesos que eran actuales en aquellos momentos y que yo ignoré. Nunca pensé que me daría vergüenza reconocer que no sabía en qué lugar se encuentra Lituania en el mapa. Si fue parte de la URSS o si todavía lo es. Si Zambia y Gambia son el mismo, o, si son dos, si están cerquita en el mapa. ¿Y para qué es útil? No dije que fuera útil, solo que un día necesité saber esto y no lo sabía. Afortunadamente, lo pude averiguar. Y que da pena encontrar que hay gente que piensa que África es un país, el vendedor en una librería no ha oído hablar del tal “quijote” ese, pero no hay problema, no es nada útil, ya lo averiguaré cuando lo ocupe… Así que, ¿esperaremos a estar ahorcados para aprender a desatar un nudo?
Saludos!