Sexo clandestino

La práctica del sexo en lugares a oscuras a existido y existirá siempre, unas veces por necesidad, otras por morbo y otras simplemente por "desahogarse" allí donde les es más fácil contactar y consumar con otros furtivos del sexo ya que lo prohibido es mejor. Miles de satisfechos usuarios buscan diariamente el sexo en la oscuridad e incomodidad de una butaca, al cobijo de una pared fría.

El exhibicionismo y el voyeurismo, juega un papel relevante. El lenguaje corporal, la ropa, las practicas sexuales, la forma de desenvolverse, los símbolos y signos y todo lo que forma parte de esa manera especial de ver y disfrutar del sexo a oscuras, se fueron estableciendo entre pajas, mamadas y penetraciones clandestinas envueltas por el deseo y el miedo. En los cines el sexo casual es muy explicito en complicidad con el acomodador, abundan los felatios, ya que el coito anal es imposible . Es tan increíble las historias que salen de estos lugares. Personas que están decepcionadas del amor, de la vida, del trabajo, divorciados, viajeros, solitarios con o sin dinero. Las múltiples intervenciones policiales, ampays a amigos o parejas, personas que utilizan condón y otros no, relaciones de una noche de placer que se convierten en relaciones duraderas. Algunos de ellos caen en la idea de tener sexo para conseguir un poco de "afecto".Además el lugar no se presta para hablar de otra cosa que no sea sexo,más rápido que su proceso afectivo creando sensaciones de vacío emocional. Pero, en el fondo, para algunos les da igual, porque ¿quién en su sano juicio no ha visitado estos lugares llenos de oscuridad y anonimato? No existe un perfil psicológico concreto de sujetos que practican sexo en estos lugares, pero sí nos podemos encontrar con grupos humanos diversos. Lo importante: Puedes hacerlo donde quieras, como quieras, y con quien quieras, pero no olvides usar preservativo en todas tus relaciones sexuales. Si discutes con tu pareja o estas deprimido puede agravar la situación. La solución con cabeza fría es mejor. Los encuentros físicos casuales dejan el cuerpo satisfecho pero queda una insatisfacción por la falta de intimidad emocional, y cuando tenemos la certeza que se encontró "alguien que vale la pena" nuestra necesidad individual de "sexo sin amor" hará que dejemos de frecuentar estos lugares.